La denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández ha sacudido al feminismo. Pero no olvidemos: es gracias al feminismo que estas voces pueden alzarse. Sigamos apoyando, empoderando y reflexionando juntas
La reciente denuncia de Fabiola Yáñez contra el expresidente argentino Alberto Fernández ha desatado un debate intenso dentro del feminismo. Algunas personas esperan que el feminismo asuma un papel central en este caso, mientras que otras creen que esta responsabilidad no recae sobre el movimiento. Como bien señala el artículo de Volcánicas, es crucial recordar que es gracias al feminismo que estas denuncias pueden salir a la luz y que las mujeres se sienten empoderadas para hablar. Sin embargo, este caso también evidencia la complejidad de los desafíos que enfrenta el movimiento.
Es esencial mantener la perspectiva de que el feminismo no puede ni debe ser el juez de cada situación individual, sino un espacio que apoya y da voz a las mujeres, sin importar el contexto. Lo importante aquí es resaltar cómo el feminismo ha proporcionado las herramientas para que estas situaciones se visibilicen, y que el movimiento debe enfocarse en continuar empoderando a todas las mujeres para que hablen, sin sentirse obligadas a tomar posturas que no las representan por completo.
Esta reflexión nos invita a reconsiderar cómo el feminismo, más que una estructura rígida de respuestas y condenas, es una red de apoyo y una fuerza transformadora. Un movimiento que debe seguir adelante, reconociendo la diversidad de voces y experiencias dentro de él, y priorizando el bienestar y la justicia para todas.