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El reto de Ebrard

El 30 de septiembre de 2024, Marcelo Ebrard formalizó su entrada como nuevo titular de la Secretaría de Economía, en una ceremonia de entrega-recepción junto a Raquel Buenrostro, quien dejó el cargo tras haber desempeñado un papel clave durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Este evento se enmarca en la víspera del inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum, quien tomará posesión como presidenta de México el 1 de octubre de 2024. Ebrard llega a la Secretaría de Economía en un momento crucial, enfrentando múltiples retos a nivel interno y externo, en un entorno global complejo.

Los retos más importantes de la gestión de Marcelo Ebrard

Uno de los primeros desafíos que Ebrard ha identificado es la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un acuerdo que ha sido fundamental para el comercio en la región de América del Norte desde su firma en 2020. Sin embargo, la revisión de este acuerdo, programada para el segundo semestre de 2025, se llevará a cabo en un contexto de creciente proteccionismo por parte de Estados Unidos, lo que genera incertidumbre. Ebrard ha señalado que es esencial que México esté bien preparado para afrontar esta negociación y asegurar términos favorables para el país, un reto que implica articular intereses nacionales en un entorno donde el nacionalismo económico se está intensificando​.

El excanciller también ha destacado la necesidad de acelerar la captación de inversiones mediante el nearshoring, es decir, la relocalización de empresas que buscan acortar sus cadenas de suministro, favoreciendo a países cercanos a los grandes centros de consumo, como es el caso de México para el mercado estadounidense. Esta estrategia ha sido reconocida como una gran oportunidad para el desarrollo económico del país, especialmente para sectores industriales, ya que permite la creación de empleos mejor pagados y un mayor dinamismo en la economía interna.

Otro de los objetivos de Ebrard es incrementar el valor agregado de los productos manufacturados en México mediante la implementación de nuevas tecnologías y la innovación. México, que ha destacado por su capacidad manufacturera, necesita dar un paso más hacia la competitividad global, no solo ensamblando productos, sino desarrollando tecnologías propias que le permitan escalar en la cadena de valor. Para ello, el nuevo secretario ha enfatizado la importancia de fomentar el desarrollo de sectores estratégicos como la industria automotriz y la electrónica​.

Además, Ebrard ha manifestado su intención de reducir el costo de la formalidad en México, un problema que ha afectado a la economía del país por años. La alta tasa de informalidad en el mercado laboral mexicano ha sido un obstáculo para el crecimiento económico, ya que limita el acceso a seguridad social y a mayores salarios para millones de trabajadores. Al hacer más accesible la formalización de empresas, se busca mejorar las condiciones laborales, así como aumentar la productividad del país​

Una visión a largo plazo

Ebrard ha definido su plan para la Secretaría de Economía como parte de lo que ha denominado «El Segundo Piso de la Cuarta Transformación», en referencia al proyecto de cambio estructural impulsado por López Obrador y que continuará bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum. Este concepto enfatiza la necesidad de profundizar en los logros obtenidos en los últimos seis años, pero también de ajustar las estrategias económicas ante un panorama global cada vez más desafiante. En este sentido, la administración de Ebrard buscará consolidar a México como un actor clave en el comercio internacional, promoviendo políticas que fortalezcan su industria y fomenten un crecimiento inclusivo y sostenible​.

Con su experiencia como exjefe de gobierno de la Ciudad de México y excanciller, Marcelo Ebrard llega a la Secretaría de Economía con un amplio conocimiento en política exterior y relaciones internacionales, lo que le permitirá abordar de manera estratégica los retos comerciales y económicos que se avecinan. Su capacidad para negociar en contextos internacionales será crucial, especialmente cuando se trate de defender los intereses de México en las revisiones del T-MEC y en la atracción de nuevas inversiones a través del nearshoring.

En resumen, la gestión de Ebrard en la Secretaría de Economía estará marcada por la necesidad de aprovechar las oportunidades de crecimiento que ofrece el nearshoring, mientras enfrenta los desafíos derivados del entorno internacional y las tensiones comerciales. Su enfoque hacia la innovación y la formalización de la economía mexicana será determinante para asegurar un desarrollo económico sostenido en los próximos años.